Cuando hablamos de heparinas, una de las preguntas más comunes es conocer cómo pinchar la heparina.
Vamos a ver qué es la heparina, cómo actúa la heparina, los diferentes tipos de heparina y cuáles son las pautas de administración de las heparinas en jeringas precargadas que encuentras en la farmacia.
¿Qué es la heparina?
Las heparinas son medicamentos anticoagulantes que están indicados, entre otras patologías, para la prevención y el tratamiento de la trombosis venosa.
Son medicamentos biológicos de prescripción médica y recordemos que no son sustituibles. Al ser moléculas grandes y no absorberse correctamente en el intestino, su administración nunca es oral.
Tipos de heparinas.
Existen dos tipos de heparinas:
- Heparinas no fraccionadas: Es la forma en la que está presente en nuestro organismo. Su administración es por vía intravenosa y requiere un control muy estricto de la dosificación, por lo que su uso es hospitalario.
- Heparinas de bajo peso molecular: También llamadas fraccionadas, surgen como el resultado del fraccionamiento de la heparina no fraccionada. Son, por lo tanto, moléculas de menor tamaño. Presentan ciertas ventajas, como una mejor absorción, una acción más selectiva y una vida media más larga, lo que permite que se puedan administrar una o dos veces al día.
Cómo pinchar la heparina correctamente
La administración de heparina suele ser por vía subcutánea y no necesita un seguimiento tan estricto como las no fraccionadas.
Actualmente, las heparinas de bajo peso molecular disponibles en la farmacia son:
- Enoxaparina
- Dalteparina
- Bemiparina
- Tinzaparina
- Nadroparina.
- Fondaparinus, que es un derivado estrictamente sintético de la heparina. Es una molécula muy pequeña y con una acción antitrombótica potente y predecible.
Paso a paso sobre cómo pinchar la heparina
Repasemos cómo pinchar la heparina de bajo peso molecular cuando se presenta en jeringa precargada para administración subcutánea.
- Nos lavamos las manos con agua y jabón para después secar.
- Retiramos el dispositivo de seguridad y el protector de la aguja.
- De pie o sentado seleccionamos la zona de inyección, normalmente en el costado de la cintura abdominal. Es recomendable evitar la zona central del abdomen, por ser una zona donde aparecen más hemorragias. Es importante cambiar diariamente la zona de inyección, alternando el lado derecho y el izquierdo. No se deben poner inyecciones en zonas irritadas ni cerca de lunares o cicatrices.
- Desinfectamos la zona elegida con una gasa impregnada en un antiséptico.
- Sujetamos la zona formando un pliegue cutáneo y, con la otra mano, colocamos la jeringa en posición perpendicular al pliegue y se introducirá la aguja completamente. Se inyectará el líquido lentamente, empujando el émbolo hasta el final, manteniendo el pliegue cutáneo hasta retirar la jeringa.
- Presionamos firmemente con una gasa durante unos minutos. No se debe frotar ni masajear la zona.
- Antes de desechar la jeringa, se seguirán las instrucciones del fabricante para inutilizarla y se depositará en el punto Sigre de la farmacia.
En el caso de mujeres embarazadas que necesitan tratamiento anticoagulante, se prescriben heparinas. La de elección es la tinzaparina, aunque también se prescriben la dalteparina y la enoxaparina.
Al no atravesar la placenta, son más seguras para el feto que los anticoagulantes orales. Recordemos que los anticoagulantes orales están contraindicados durante el embarazo.
La punción en el abdomen es segura y no hay riesgo de atravesar la pared placentaria ni de dañar al feto. No obstante, también se pueden emplear zonas alternativas de inyección, como brazos o piernas, según indicación del médico.
Al igual que el resto de los anticoagulantes, el principal riesgo que presentan las heparinas es que se produzcan hemorragias. Afortunadamente existe un antídoto para la heparina, el sulfato de protamina.
Saber cómo pinchar la heparina para que su dosificación sea precisa es esencial para equilibrar riesgos y beneficios.
Licenciado en Farmacia, Máster en Nutrición y Alimentación, Máster en Seguridad Alimentaria… y padre de mellizos. 😉