Existen casos en los que decimos que tenemos una tiroides lenta, enfermedad que se llama hipotiroidismo, lo que significa que tendemos a sentirnos perezosos, a cansarnos con facilidad, nos volvemos sensibles al frío y nos vemos pálidos.
La tiroides es una glándula que tiene forma de mariposa y está ubicada en la base de la garganta. Produce la hormona tiroidea, que es la que regula la energía y la temperatura corporal, entre otras cosas.
Posiblemente perdamos la capa exterior de las cejas, nos cueste trabajo perder peso y empecemos a sufrir baja presión arterial, baja temperatura corporal, estreñimiento, colesterol alto y calambres que se presentan por la noche.
Puede ser que nos mareemos cuando nos levantamos, nos sintamos deprimidos, tengamos hinchados los ojos, nuestras uñas se vuelvan quebradizas y delgadas, tengamos secas la piel y el pelo, que se nos caiga el pelo, que escuchemos pitidos en los oídos (tinnitus) y, por supuesto, que sintamos muy pocas ganas de tener sexo o sencillamente ningunas ganas.
¿Entonces por qué la mujer sufre más hipotiroidismo?
En algunos casos, todo lo que necesitamos es nutrir a las glándulas adrenales para corregir el desequilibrio tiroideo, por tanto, antes de tomar algún medicamento para la tiroides, intenta mejorar dichas glándulas.
Por lo general, el problema de la tiroides lenta es básicamente femenino, así que es acertado decir que de alguna manera los estrógenos, la hormona femenina por excelencia, desempeñan algún papel.
Y la razón es que el estrógeno es un «ladrón» ya que roba el zinc y la tirosina de nuestro cuerpo, necesitando de ambos la tiroides para producir suficiente hormona tiroidea.
El estrógeno también regula el uso que le damos al zinc y al cobre, que a su vez regulan el funcionamiento de la tiroides, la libido y el estado de ánimo.
Los minerales como éstos tienen efectos nefastos cuando se toman en exceso, así que no los tomes indiscriminadamente, a menos que estés segura de que sufres una deficiencia.
Una proporción alta de cobre y zinc puede causar hipotiroidismo (así como una proporción baja puede producir hipertiroidismo, la enfermedad contraria, cuyos síntomas son nerviosismo, temblor de manos, palpitaciones, insomnio, pérdida de peso, períodos cortos, cansancio y sensación de calor).
También ha sido demostrado que el estrógeno puede aumentar la unión entre las proteínas de la tirosina, que es un precursor de la hormona tiroidea, dejando menos hormona “libre” fluyendo alrededor de donde la necesitamos.
¿El resultado? De nuevo, cansancio como resultado del hipotiroidismo.
Las analíticas de sangre típicas no siempre demuestran si tenemos una tiroides lenta, ya que sólo miden algunos tipos de hormona tiroidea. Pero si la analítica de sangre revela que tienes bajo el nivel de hormona tiroidea, probablemente te van a recetar algún medicamento para la tiroides para elevar esos niveles, siendo estos medicamentos una alternativa más eficaz para la mayoría de las personas.
Desafortunadamente, muchas personas que tienen tiroides lenta pasan desapercibidas porque su enfermedad es “subclínica,” es decir, que los exámenes médicos no la detectan. La gente que tienen un pulso lento o que su temperatura metabólica es baja, por lo general, sufre de hipotiroidismo.
Prueba casera para saber si tienes tiroides
Así que si piensas que sufres de tiroides lenta pero tu médico no encuentra evidencia de ello, no te vendrá mal realizar esta prueba casera para saber si tienes tiroides.
Tómate la temperatura debajo del brazo. Para esta medición lo mejor es usar un termómetro con galinstan o similar (los de vidrio, para que nos entendamos).
Por la mañana, lo primero que debes hacer antes de levantarte es coger el termómetro y ponértelo en la axila. Quédate acostado y quieto en la cama durante diez minutos, o quince, si tienes sobrepeso (puesto que si es así, tu cuerpo necesitará más tiempo para alcanzar su temperatura metabólica).
Los termómetros de galinstan o similar (los de vidrio) puedes encontrarlos en tu farmacia. En el raro caso de que no los encontraras, usa uno digital. Cuando pite, significa que ya puedes quitártelo de la axila y leer la temperatura.
Si tu temperatura está entre los 36.5ºC y los 36.8ºC, tu tiroides está en perfecto estado. Pero si el termómetro marca menos de 36.5 grados, por lo general, significa que sufres ya sea de hipotiroidismo o de hipoadrenalismo (mal funcionamiento de las glándulas adrenales).
Ten en cuenta que, por lo general, la temperatura hipotiroidea es estable y baja, mientras que la temperatura hipoadrenal varía. Debido a que la tiroides está conectada químicamente con las glándulas adrenales, muchas personas sufren de ambas enfermedades.
Te sugiero que te tomes la temperatura durante dos semanas y lo anotes. Informa a tu médico de los resultados y habla con él sobre tus preocupaciones, para que pueda descubrir por qué te ocurre. Necesitarás que te hagan exámenes médicos para poder llegar a una conclusión.
Es mejor que tomes tus suplementos y medicamentos para la tiroides en cuanto te levantes por la mañana, antes de hacer cualquier otra cosa, con el estómago vacío y entre 30 y 60 minutos antes de desayunar. Y recuerda que el hipotiroidismo no siempre es fácil de detectar.
Licenciado en Farmacia, Máster en Nutrición y Alimentación, Máster en Seguridad Alimentaria… y padre de mellizos. 😉