¿Cómo cuidarse un tatuaje?

Ahora es mucho más frecuente encontrar personas que se hagan tatuajes y que tengan dudas sobre cómo cuidarse un tatuaje y las complicaciones de los tatuajes.

Al hacer un tatuaje, se está creando una marca permanente bajo la piel, en la capa de la dermis, por inyección intradérmica de productos que contienen colorantes.

Un maquillaje permanente también es un tatuaje, que se usa para acentuar los contornos de la cara como, por ejemplo, las cejas o los labios.

Las complicaciones más habituales que se dan con los tatuajes son reacciones de hipersensibilidad con aparición de eczemas, urticarias o lesiones granulomatosas acompañadas de picor.

Las reacciones pueden ser más o menos graves en función del color utilizado, siendo el color rojo el que más sensibilización produce. Estas reacciones pueden aparecer inmediatamente después de haberse tatuado o meses e incluso años después.

También pueden aparecer infecciones de la piel que cursan con enrojecimiento, hinchazón, dolor o quemazón, supuración o costra de color amarillento, aproximadamente una semana después de haberse tatuado.

Si, además, las condiciones higiénico-sanitarias al tatuarse no son las adecuadas, estamos expuestos a infecciones de otro tipo provocadas por bacterias, como la sífilis, y diferentes virus como verrugas, hepatitis o sida.

Puede darse el caso de una cicatrización en queloide que provoca irregularidades en el tatuaje por crecimiento excesivo del tejido cicatricial.

Cómo cuidarse un tatuaje paso a paso

Como indicábamos anteriormente, al realizar el tatuaje se está provocando una herida en la piel y como tal hay que cuidarla.

Por ello es necesario seguir unas recomendaciones básicas para aprender cómo cuidarse un tatuaje correctamente.

1. Una vez terminado el tatuaje se recomienda limpiar la zona bien y aplicar una pomada antibiótica para, posteriormente, tapar el tatuaje con un vendaje oclusivo durante un periodo de hasta 24 horas.
2. Pasadas estas primeras horas y para evitar el riesgo de infecciones, se debe continuar con la higiene lavando el tatuaje al menos dos veces al día con agua tibia y jabón suave sin frotar, sin usar esponjas. Dejarlo secar al aire o secarlo con un textil que no deje pelusas, dando toquecitos, sin arrastrar. Una vez que el tatuaje esté limpio y seco, se debe aplicar una crema cicatrizante, calmante y regeneradora, manteniendo el tatuaje bien hidratado. No se recomienda usar vaselina, ya que es muy oclusiva y no permite la transpiración.
3. Se debe llevar el tatuaje tapado durante los primeros 3 a 5 días. Para ello, utilizaremos apósitos o gasas estériles impregnados con la crema regeneradora. En caso de que el apósito se quede pegado al tatuaje, utilizaremos suero fisiológico para despegarlo. Hay que intentar que no se levanten las costras que se hayan hecho, pues podrían dejar puntos sin coloración.
4. Durante la cicatrización del tatuaje y para evitar contaminaciones o que se deteriore recomendaremos evitar los baños en piscinas o en el mar y las saunas. Un exceso de humedad puede comprometer la cicatrización y producir el desvanecimiento del tatuaje y evitar en general ambientes sucios que puedan contaminar la piel.
5. Para evitar que las costras se caigan antes de tiempo no se deben rascar y se deben evitar las duchas prolongadas.
6. Evitar practicar deportes que provoquen el estiramiento del tatuaje, ropa ajustada que pueda dañarlo y la aplicación de calor sobre el mismo, como el uso de secador cuando, por ejemplo, se tiene un tatuaje en el cuello.
7. Evitar la exposición al sol o a las lámparas de bronceado. El sol es el enemigo número uno de los tatuajes. Puede interaccionar con alguno de los pigmentos del tatuaje, acelera el envejecimiento y el desvanecimiento del tatuaje. Por ello, siempre, no solo en el proceso de cicatrización, debemos recomendar un fotoprotector SPF50 para protegerlo adecuadamente. De hecho, hay tanto cremas cicatrizantes específicas que incluyen fotoprotector, como fotoprotectores específicos para pieles tatuadas.

Todas estas recomendaciones sobre cómo cuidarse un tatuaje son especialmente importantes durante el periodo de cicatrización de la herida, que suele durar, en condiciones normales, entre 10 y 15 días.