Si no consigues mantener unos niveles hormonales correctos, es posible que los adaptógenos naturales te ayuden a conseguirlo.
Existen un tipo de plantas, conocidas como plantas adaptógenas, que pueden conseguir reducir el tiempo en el que esos niveles de hormonas vuelvan a la normalidad. Estos adaptógenos naturales contienen sustancias derivadas de dichas plantas que ayudan a equilibrar nuestro cuerpo, proceso conocido como homeostasis.
Los adaptógenos naturales son capaces de corregir automáticamente lo que está por encima o por debajo de su nivel normal, sin alterar lo que está bien.
¿Cuáles son los mejores adaptógenos naturales?
Si tengo que enumerarte los mejores adaptógenos naturales me decantaría por:
- Cordyceps sinensis: También es conocido como el hongo de la oruga. El extracto de este hongo nos calma, nos ayuda a dormir mejor, disminuye la presión arterial y ayuda a mejorar la impotencia. Además aporta energía al cuerpo, razón por la cual lo toman muchos deportistas. Dosis: 300-400 mg dos veces al día.
- Rhodiola rosea: Esta planta oriunda de Siberia tiene la capacidad de calmarnos, de proteger el corazón, de aliviar la depresión, de mejorar el rendimiento laboral, de vencer el cansancio e, incluso, de ayudar a dormir mejor. Dosis: 50-100 mg dos veces al día.
- Ashwagandha: También se la conoce como ginseng indio o cereza del invierno. Esta planta ayurvédica de la India ayuda a controlar el insomnio, pues mejora el sueño; aplaca la ansiedad y la intranquilidad, además de ayudar a aliviar los dolores y la inflamación de la artritis. Varios estudios han comprobado que incluso mejora el funcionamiento de la tiroides y controla el nivel del azúcar en la sangre y del colesterol. Dosis: 400-500 mg dos o tres veces al día.
- Panax ginseng: También conocido como ginseng coreano. Esta planta mejora el funcionamiento de las glándulas adrenales y aumenta el deseo sexual, estabiliza la presión arterial y el nivel de energía, además de mantener en un nivel saludable la cantidad de cortisol y DHEA dentro del cuerpo. Si te salen vellos en la cara o te provoca acné, significa que estás tomando demasiado pero los efectos secundarios no son habituales si se toma una dosis normal. Dosis: 200 mg dos o tres veces al día.
- Raíz de regaliz: Esta raíz despierta las glándulas adrenales, aumenta la inmunidad del cuerpo y mejora los eccemas y la psoriasis. Únicamente la raíz completa de regaliz ayuda a mejorar el funcionamiento adrenal, mientras que el regaliz deglicirrizinado sólo contribuye a la salud gástrica. Dosis: 500-1000 mg antes de las comidas y antes de acostarse, cuatro veces a la semana. Precaución: El uso excesivo de esta planta puede causar problemas cardíacos.
Otros nutrientes que elevan la energía
Y como no sólo podemos contar con los adaptógenos naturales, a continuación vamos a ver otros nutrientes que son necesarios para aumentar las reservas de energía. No es necesario tomarlos todos, pruébalos poco a poco, y si no te funcionan o si sientes que necesitas algo más, sigue con el siguiente; permite que tu instinto sea tu guía.
- Ácido pantoténico o vitamina B5: Es la vitamina B perfecta ya que mejora la salud adrenal, previene las infecciones, normaliza el nivel de colesterol y ayuda a superar el cansancio, debido a que la deficiencia de esta vitamina produce agotamiento, poco apetito, manos y pies calientes y caída del pelo. Son ricos en vitamina B5 los cereales, las nueces, el arroz y la levadura. También lo puedes tomar en forma de suplemento con dosis de entre 500-1000 mg al día.
- Glicinato de magnesio o quelato de magnesio: El cuerpo necesita magnesio para producir las hormonas adrenales y para luchar contra el cansancio. Estas dos formas de magnesio se absorben con mayor facilidad en el estómago. El magnesio es bueno también para aliviar los calambres en las piernas, la depresión y los dolores de la fibromialgia pero ten cuidado: demasiado magnesio puede producir diarrea, especialmente si lo tomas en forma de sulfato o citrato. La dosis ideal es de 200-300 mg una o dos veces al día.
- Vitamina C: Necesitas vitamina C para que el cortisol recupere su nivel normal después de haber vivido un suceso estresante o durante períodos de estrés prolongado. La mejor opción es tomar vitamina C de liberación prolongada que contenga una proporción 2:1 entre ácido ascórbico y bioflavonoides. Toma alrededor de 500 mg dos veces al día.
- Ácido alfalipoico: Este fabuloso antioxidante ayuda a la mitocondria (el motor de la célula) a generar energía. Es realmente bueno para las personas que tienen desequilibrios en su nivel de azúcar, que están expuestas a pesticidas o que sufren de dolores debidos a una neuropatía periférica. Toma 50-100 mg todas las mañanas.
- Ácidos grasos esenciales: Los aceites de pescado que contienen ácidos grasos esenciales EPA/DHA ayudan a reducir la inflamación y el dolor. Toma 1.000 mg dos veces al día con las comidas. Te vendrán mejor si además del suplemento comes bastantes frutas y verduras coloridas o si los tomas junto con un suplemento antioxidante.
Recuerda, lo importante no es la cantidad de estrés con que tengas que lidiar en tu vida, sino la manera en que lo canalizas. Todos tenemos que vivir con más o menos estrés pero necesitamos dormir lo suficiente, relajarnos más, ver una película divertida, observar un atardecer o que nos den un buen masaje. Y llegados a este punto, los adaptógenos naturales son una buena elección.
Licenciado en Farmacia, Máster en Nutrición y Alimentación, Máster en Seguridad Alimentaria… y padre de mellizos. 😉